martes, 19 de febrero de 2013

Yo, Claudio; de Robert Graves



Este era un libro que quería leer desde hacía tiempo, la novela histórica y sobre todo si viene de Graves me llama mucho, pero no ha sido hasta ahora cuando he tenido un hueco libre para él. La verdad es que lo que a uno le llega sobre el emperador Claudio cuando leer sobre la historia de Roma, puede que no incite demasiado a leer. No fue un gran conquistador que llevó a sus ejércitos a la batalla ni amplió extensamente las fronteras del imperio. Además su reinado está situado entre dos sociópatas, Calígula y Nerón. No es alguien que pueda llamar nuestra atención (al menos no como podría hacerlo personajes como Escipión, Julio César, Octavio Augusto, Trajano…). De hecho cuando comencé el libro me impacienté bastante puesto que se pasa varios capítulos halando de la situación política y de los personajes que influían en Roma antes de que él naciese o cuando era demasiado pequeño como para tener una historia que contar. Y al fin cuando sale Claudio descubrimos (si es que no lo sabíamos de antes) que el pobre es cojo, tartamudo y con tics nerviosos. Pero pronto este personaje nos cautiva, puesto que a pesar de su apariencia no tiene un pelo de tonto, y es un auténtico buenazo.

domingo, 17 de febrero de 2013

Una bomba de pulgas



Bien, estamos en el ecuador de la segunda guerra mundial, con Japón tratando de dominar el pacífico y EE.UU. luchando para hacerlos retroceder. Aquellos que hayáis visto la miniserie “The Pacific” o las muchas películas que han surgido en torno a la guerra en el pacífico, sabréis a lo que me refiero. ¿Y qué es a los que EE.UU. más debería temer del Imperio de Sol Naciente? ¿Sus portaaviones, sus kamikazes (aunque en esta fase de la guerra todavía no eran usados como arma), sus legiones de fanáticos soldados entrenados según la visión imperial del Bushido? No, estas cosas son impresionantes sí, pero para nada comparables a las pulgas.