miércoles, 5 de enero de 2011

La base

Hace poco estuve hablando con mi mejor amigo sobre un tema habitual hoy en día: ¿por qué los chicos (y chicas, no os salváis vosotras tampoco) odian la cultura? (en general cualquier cultura culta y en particular la occidental). Cuando digo odiar me refiero a... despreciar el valor de la filosofía, literatura o ciencia, en pos de otras metas que consideran más gratificantes como por ejemplo hacer pellas, fumar porros, el botellón o ver una cosa llamada "Sálvame".

Si nuestro querido Nietzsche siguiera entre nosotros, se sorprendería de la transvaloración (o cambio en los valores) ocurrida en su ausencia, ya no es que se hayan impuesto los valores de los esclavos o débiles, sino que ahora adoramos valores propios de los animales, buscando únicamente saciar nuestros instintos primitivos y despreocupándonos de nuestras necesidades intelectuales.


Bueno he hablado sobre el problema, pero no sobre su causa. Se podría decir que el cambio de valores del que hablo es la causa de la progresiva idiotización de la juventud, y que errores en el sistema educativo no hacen más que agravar la situación, pero ¿de dónde vienen estos valores?

Pero la verdad sea dicha, el problema, aunque florece en la ESO se siembra mucho antes.

Se siembra cada vez que un niño ve Sálvame, se siembra cada vez que le dicen a una niña que se busque un novio rico para no tener que trabajar, cada vez que alguien dice que se duerme la siesta con los documentales de la 2, cada vez que se dice que hay que hacerse político para poder robar a la gente, cada vez que se escucha reggetón, con cada nueva discoteca, con cada edición de gran hermano, con cada coche tuneado, con cada foto tuenti.

Vivimos en la cultura de la picaresca, del "aprovecha que nadie mira" para robar, de hacer héroes de antihéroes; por que el héroe de España es ese Lazarillo, pillo, que copia en los exámenes y que presume de ello; que se mete de todo y que presume de ello.

Hay gente que lo puede ver muy bien (aunque la opinión de Belén Esteban no tenga mucho peso en mi); pero están privando a los jóvenes de PLACERES tan grandes como puede ser la lectura de Herman Hesse, Dostoievski o Asimov, entre otros; ALEGRIAS como las que da comprender un poco más sobre la estructura del Universo o del origen de la vida misma.
Esos chicos se están quedando sin ello. Y realmente es un lástima, por que hay gente que ha deseado toda su vida tener una educación digna y poder leer y entender sobre muchísimos temas y no han podido, mientras esos subproductos de la sociedad actual (me refiero a los jóvenes) están ahí despreciando eso por lo que muchos murieron: la cultura.

Saludos

2 comentarios:

  1. Si es que este, y no Zapatero, es el verdadero problema, y lo peor es que de momento no parece haber solución posible para las generaciones futuras, ya que serán estos mismo jóvenes (me encanta lo de "subproductos") los que los críen...

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  2. Aaaaaaaaaamén, Adri. Leamos y amemos la cultura para no ser un desecho.

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