Últimamente, se está dando una guerra cibernética encubierta en torno a Wikileaks. Como muchos sabréis, Wikileaks está desvelando documentos clasificados de diversos gobiernos, documentos que ponen en duda los principios éticos de naciones y empresas, documentos que seguirían siendo clasificados durante décadas.
Que un gobierno mienta es abominable; sobre todo a sus ciudadanos: el poder de un gobierno proviene de sus ciudadanos, ese es el acuerdo entre gobernantes y gobernados. Si un estado miente, rompe ese pacto con sus ciudadanos y por tanto no merece gobernar. La transparencia da los gobiernos debería ser fundamental. Los secretos de estado y mentiras institucionalizadas son reminiscencia de un pasado no democrático en el que los autócratas necesitaban mentir para conservar el poder (forma de pensar de la clase política actual).
Sea como sea, Wikileaks nos ha mostrado que nuestros gobiernos nos mienten (mucho), algo que sospechábamos, pero de lo que ahora tenemos pruebas. Gobiernos y empresas, en represalia, tratan de estrangular Wikileaks con todos los medios a su disposición. Mastercard, Visa, Paypal y otras entidades financieras de las que depende para su mantenimiento Wikileaks han congelado o cancelado sus cuentas. Los gobiernos, además de presionar a estas empresas han propiciado la detención del fundador de Wikileaks.
No obstante se han encontrado con una inesperada resistencia. Un grupo de internautas, denomonado "Anonymus", cuyo objetivo es (hasta donde podemos saber) mantener Internet sin censura de nigún tipo, ha emprendido acciones contra estos grupos. Ataques coordinados desde distintas partes del mundo usando un programa llamado LOIC (en principio sus siglas son "low orbit ionic cannon" pero no tiene mucho sentido, puesto que el ataque es cibernético y no físico) están teniendo un inesperado éxito. Las webs de Mastercard y Visa han sido atacadas con éxito; así como las de la embajada sueca. Mientras escribo estas lineas el ataque contra Paypal está siendo concluido con éxito.
Y cuanto más éxito tengan, más personas se les unirán, por lo que sus ataques serán mas intensos, a pesar de que diversas webs y gobiernos tratan desesperadamente de cortar sus vías de comunicación como Twitter para evitar los ataques coordinados.
El meollo de todo esto es que los gobiernos acaban de darse cuenta de que Internet no es la herramienta que pensaban. Ellos lo crearon, pero ahora está fuera de control, o al menos de su control y tratan desesperadamente de controlar la situación. Como el monstruo de Frankesnein ahora está vivo, y no respeta a sus creadores.
Aunque cierren wikileaks, no desaparecerá el peligro pues la gente se ha dado cuenta de que los gobiernos mienten y quieren saber la verdad, se han dado cuenta de que es posible conocer los secretos de estado. Ahora los gobiernos pueden hacer dos cosas, adaptarse a la nueva transparencia exigida o oponerse férreamente con una censura mediática sin precedentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Algo que decir? // Something to say?