jueves, 17 de marzo de 2011

Insultos y ofensas

Hoy estaba hablando con mi mejor amiga, cuando (a propósito de lo poco que había comido) le dije que igual si comía mas se pondría (de gorda) como una persona que ambos conocemos. Ha sucedido algo curioso (al menos desde mi peculiar punto de vista): se ha ofendido, me ha dicho que no me metiera con dicha persona por ser gorda y etcétera.

Hay un par de cosas curiosas: la primera que si en vez de nombrar a esta persona conocida hubiera hecho la comparación con alguien conocido, pero ajeno (digamos cierto personaje poco delgado de lost o cualquier otro famoso o famosa con sobrepeso) estoy casi seguro de que no se hubiera ofendido, todo lo contrario; seguro que se hubiera reído. La segunda es que se ha ofendido por que he mencionado su no delgadez, como si fuera algo embarazoso o poco digno de sacar a la luz.

¿Por qué me parecen estos hechos algo peculiar? Vayamos punto por punto.
Yo soy una persona que trata de ser coherente con sus palabras y con sus acciones, por lo que a la hora de establecer reglas entre un ser humano y otro, los criterios personales y arbitrarios no sirven. Así que, ¿esta justificado no hacer comparaciones embarazosas con una persona conocida, pero si con una desconocida? En principio no veo ninguna razón para ello, puesto que son dos personas iguales; salvo por el hecho de que una es conocida y la otra no. Por lo tanto si hay alguna razón para diferenciar a la hora de las comparaciones debe de estar ahí.

Ahora pensemos, realmente lo que es ofensivo de este tipo de comparaciones es la intención (más que la comparación en si). Si nuestra intención es ofender o causar daño (como se suele presuponer en burlas de este estilo) es más creíble en el caso de una persona conocida que en una desconocida, puesto que si no conocemos personalmete a una persona, dificilmente podremos odiarla o quererla con seguridad.

Pero la segunda parte de la "ofensa" ha sido una especie de intensificador: la mención de la obesidad. Hoy en día la obesidad es algo que se esconde, de lo que uno no habla ni menciona, salvo en casos de extrema confianza. Esto es algo que para mi carece de sentido. Si una persona es obesa el no hablar de ello no la hará más delgada. El problema es precisamente que no se habla de ello. Hay una definición en nuestro lenguaje de gordo/a; y hay ciertas personas que encajan en esa definición, ya está. Es como si mañana todos los pelirrojos se sintieran ofendidos por el calificativo "pelirrojo/a". El problema no son los adjetivos, es la sociedad. Nadie se atreve a ponerse delante de todos y decir "Si, soy gordo/a, ¿algún problema?" o al menos no sin enfrentarse a una inmediata destrucción de su status.

En cuanto al incidente con el que comenzé esta entrada, he de decir que lo lamento. Lamento que esta sociedad no considere la existencia de los gordos, y lamento que mis palabras se interpretasen como una ofensa, pues no tengo nada en contra de los gordos.

Por último he de decir que lo que digo para los gordos pueden aplicarse a otros adjetivos, creo que la gente y la sociedad debería aceptar que hay personas diferentes y aceptarlas tal y como son, en vez de esconderlas bajo la alfombra.



Today I was talking to my best friend, when (a purpose of what little she had eaten) I said that if she would eat more, she could become as fat as a person we both know. Then a funny thing happened (at least from my peculiar point of view): she has been offended, told me that I should do not mess with that person for being fat and so on.

There are a couple of curious things about that: First, that if instead to appoint this person known to have made the comparison with someone known, but others (like a little fat character of lost, or any other celebrity or famous with overweight) I'm pretty sure that was not offended, just the opposite, surely would have laughed. The second is that she has offended because I mentioned that that person it’s not thin, as if something embarrassing or undignified to bring to light.

Why these facts seem peculiar? Let's go point by point.
I am a person who tries to be consistent with their words and their actions, so that when we establish rules between humans, personal and arbitrary criteria are useless. So, is this justified not embarrassing comparisons with a known, but with a stranger? In principle I see no reason for it, since two people are alike, except for the fact that one is known and the other not. So if there is any reason to differentiate when comparisons should be there.
Now think, really what is offensive for this type of comparison is the intention (rather than comparing itself). If our intention is to offend or cause harm (as is often assumed in mockery of this style) is more credible in the case of an acquaintance than a stranger, because if we not personally know person can hardly hate or love her with security.
But the second part of the "offense" was a kind of intensifier: the reference to obesity. Today obesity is something that is hidden, what one does not speak or mentioned, except in cases of extreme confidence. This is something that makes no sense to me. If a person is obese, not talking about it will not make him thinner. The problem is precisely no talking about it. There is a definition in our language of fat, and there are some people who fit that definition, that's it. It is as if tomorrow all redheads are offended by the word “red”. The problem is not the adjective, is society. No one dares to stand in front of everyone and say "Yes, I'm fat, problem?" or at least not without facing an immediate destruction of their status.

As for the incident with which I began this post, I must say I'm sorry. I am sorry for this society, that does not consider the existence of fat, and I regret that my words were interpreted as an insult; I have nothing against fat people.

Finally I must say that what I say about fat can be applied to other adjectives, I think people and society should accept that people are different and accept them as they are, rather than hide under the rug.

3 comentarios:

  1. ¿No te das cuenta de que el problema no es que menciones su obesidad si no que te rías de ella? No es cuestión de nombrarla o negarla, la ofensa está en que has tratado esa característica como algo que se debe evitar y por lo tanto negativo.

    Lamentablemente, este tipo de comentarios siguen revelando los prejuicios y estigmas que siguen en nuestro lenguaje cotidiano, como el "no me seas marica".

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  2. No creo que tanta gente gorda quepa debajo de una alfombra...xDDD

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  3. Si te doy la razón en parte, Julian, de que hay muchas expresiones que tienen connotaciones negativas como esas; pero yo no estaba usando el lenguaje de forma peyorativa, sino objetiva. a mi me da igual que alguien esté gordo o delgado, sólo estaba haciendo una observación. Sin embargo debí haberme aplicado el dicho de que "las comparaciones siempre son odiosas"
    Gracias

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