Este
era un libro que quería leer desde hacía tiempo, la novela histórica y sobre
todo si viene de Graves me llama mucho, pero no ha sido hasta ahora cuando he
tenido un hueco libre para él. La verdad es que lo que a uno le llega sobre el
emperador Claudio cuando leer sobre la historia de Roma, puede que no incite
demasiado a leer. No fue un gran conquistador que llevó a sus ejércitos a la
batalla ni amplió extensamente las fronteras del imperio. Además su reinado
está situado entre dos sociópatas, Calígula y Nerón. No es alguien que pueda
llamar nuestra atención (al menos no como podría hacerlo personajes como Escipión,
Julio César, Octavio Augusto, Trajano…). De hecho cuando comencé el libro me
impacienté bastante puesto que se pasa varios capítulos halando de la situación
política y de los personajes que influían en Roma antes de que él naciese o
cuando era demasiado pequeño como para tener una historia que contar. Y al fin
cuando sale Claudio descubrimos (si es que no lo sabíamos de antes) que el
pobre es cojo, tartamudo y con tics nerviosos. Pero pronto este personaje nos
cautiva, puesto que a pesar de su apariencia no tiene un pelo de tonto, y es un
auténtico buenazo.
martes, 19 de febrero de 2013
domingo, 17 de febrero de 2013
Una bomba de pulgas
Bien,
estamos en el ecuador de la segunda guerra mundial, con Japón tratando de
dominar el pacífico y EE.UU. luchando para hacerlos retroceder. Aquellos que
hayáis visto la miniserie “The Pacific” o las muchas películas que han surgido en
torno a la guerra en el pacífico, sabréis a lo que me refiero. ¿Y qué es a los
que EE.UU. más debería temer del Imperio de Sol Naciente? ¿Sus portaaviones,
sus kamikazes (aunque en esta fase de la guerra todavía no eran usados como
arma), sus legiones de fanáticos soldados entrenados según la visión imperial
del Bushido? No, estas cosas son impresionantes sí, pero para nada comparables a las
pulgas.
Cosas de las que trata:
Ciencia,
Divulgación,
Historia,
Japón
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